Depuis les chroniques espagnoles, il existe des récits sur les anciennes chefferies des Cuyes et Gualaquizas, qui habitent un milieu tropical très humide. Une prospection archéologique systématique comparative dans le canton Gualaquiza, interdisciplinaire et dirigée par Paulina Ledergerber Crespo (1995 et 2006), Smithsonian Institution, commence à répondre à quelques questions sur l'identité des cultures les plus anciennes. La mission scientifique fut initialement coordonnée par Patricio Moncayo 1991-1992, Centre de Recherches Archéologiques, Université Catholique de Quito, avec l'appui de l'Institut Géographique Militaire, la National Geographic Society, et les autorités civiles et militaires locales. Des apports interdisciplinaires clés ont été faits par le personnel des laboratoires des musées du Smithsonian Institution. Au moment où la région passait par le conflit armé avec le Pérou, l'auteur arrive à éclaircir quelques questions, sur la base de plus de 15 ans de recherche à Morona-Santiago. Dans la nouvelle étape de recherche 2002-2007, elle revient avec du nouveau personnel sur deux sites d'un total de 12 déjà identifiés et enregistrés par le programme d'archéologie du Smithsonian I dans le canton Gualaquiza. Ce-dernier utilise une méthodologie de pointe dans chaque étape du projet, il a réalisé des relevés topographiques avec des GPS et la technique de station totale, des fouilles systématiques, l'analyse du matériel contextualisé des puits de test dans des laboratoires d'ethnobotanique, minéralogie, etc. Lors de la saison de terrain 2007, avec l'autorisation de l'Institut National du Patrimoine Culturel, deux autres archéologues ont travaillé avec l'auteur: Dorothy Hosler, comme conseillère, professeur de génie minier et archéologue du Massachussets Institute of Technology, et Eduardo Reyes, de l'Université du Costa-Rica, avec Patricio Tapia, Juan Carlos Chacón, Iván Velásquez, une équipe interdisciplinaire d'universités équatoriennes, soutenue par les autorités locales et l'armée, qui travaillent à El Remanso et Zapas-Cuyes.
• El sitio descubierto por Fr. José Prieto (1885) en 1815, e incorrectamente asignado como Logroño por el y otros historiadores, es lo que hoy conocemos como El Remanso. Este complejo arqueológico está en un cerro entre dos ríos que fluyen al río Cuchipamba, antes llamado Sangurima. Ledergerber (ibídem) prueba que este complejo arqueológico es habitado inicialmente dentro del contexto del Periodo Formativo cerámico asociado a carbón, datado por BetaAnalytica#179721, cal. 2630 a 2470 (95% de probabilidad, Ledergerber 2006 y 1995), y es comparable a otros sitios de este periodo del Ecuador y más allá. El Remanso como otros sitios en Gualaquiza tiene varias fases culturales posteriores. En el 2006, Ledergerber, con asistencia de la población, descubre una gran muralla y camino antiguo en la cima del Remanso, éste une la Sierra con la Amazonia. También identificaron unas cuevas. En Septiembre del 2007, con un equipo interdisciplinario registraron, identificaron y excavaron nuevas áreas del complejo arqueológico; se calcula que la extensión de la ocupación tardía del sitio llegó a 20 hectáreas. Es un proyecto continuo con varias temporadas de campo en los próximos años.
• El sitio Zapas/Cuyes. Con permiso del Instituto de Patrimonio Cultural, y en un acuerdo con Antonio Carrillo, la autora, los arqueólogos Hosler y Reyes con el grupo científico arqueológico antedicho, hicieron el levantamiento topográfico y excavaciones en el 2007, en lo que se creía eran 3 sitios Manabí Chico, Cady y Zapas, en la Parroquia Nueva Tarqui. En base al trabajo interdisciplinario descubren que todo el rededor es un solo gran complejo arqueológico de más de 350 hectáreas cuadradas de ocupación cultural, tapadas por una densa y enmarañada vegetación, que fue limpiada parcialmente por razones de conservación, para no romper la simbiosis de los siglos entre las murallas y la intrincada biodiversidad, que hace mantener a las estructuras sin desmoronarlas. Lo re-nombran Zapas/Cuyes conservando la toponimia, al estar este extendido en el valle del río Cuyes con la confluencia del río Zapas. Este complejo arqueológico es multifuncional, con muros y zanjas defensivas de piedra, terrazas, habitaciones, salas de reunión, bodegas, plaza, andenerías, un posible camino interregional, montículos, etc. Así mismo hicieron “tests de pala” y cortes estratigráficos, cateos en cuadriculas sistemáticamente planeadas. Lo identificaron y registraron tentativamente como un centro multifuncional Cañari, que en su etapa más reciente serviría como un centro administrativo Inka. El hacha de bronce de Zapas/Cuyes, Gualaquiza, encontrada allí en el 2002, puede ser uno de los identificadores culturales. Hay similares en el Ecuador, pero esta hacha es la única de este tipo del país, que sabemos su procedencia exacta, hacha casi idéntica a una encontrada en contexto ceremonial en Machu Picchu. Datos actualizados de la investigación del “Proyecto Arqueológico del Cantón Gualaquiza” han sido presentados por invitación en conferencias del Ecuador y otros países Latino Americanos, Estados Unidos y Europa. Hay muchos otros valles similares a los del cantón Gualaquiza, con otros diversos y complejos sitios arqueológicos que están por descubrirse e investigar antes de que se pierdan por el huaquerismo y los proyectos de “desarrollo”. ¿Por qué los arqueólogos jóvenes y sus profesores no van en buscar nuevos derroteros para el avance de la arqueología ecuatoriana en el siglo 21 y la contribución que ellos darían con nuevos aportes a nuestro patrimonio cultural? Es profesional y moral dar el crédito debido a sus homólogos arqueólogos, por el mismo respeto y ética profesional a aquellos que con gran esfuerzo están realizando trabajos por el bien de la ciencia del Ecuador. Tanto Paulina Ledergerber, y sus colaboradores, y Antonio Carrillo por más de una década continúan, identificando, registrando e investigando sitios arqueológicos de los valles del Cuchipamba, Cuyes, Bomboiza, Gualaquiza, Tiwintza, etc. Ellos han presentado los informes correspondientes al INPC. Todo esto se realiza coordinando siempre con la Sub-Dirección del Austro del INPC, como manda la Ley; en el Austro está liderando la división de arqueología del INPC el Lic. Gerardo Castro. En el caso del “Proyecto Arqueológico del Cantón Gualaquiza” hay acuerdos inter-institucionales con las Juntas Parroquial de Nueva Tarqui y la de El Rosario, junto con la Alcaldía de Gualaquiza y el Concejo Provincial de Morona-Santiago que todos tenemos el deber de profesionalmente respetarlos. Referencia: Carrillo, A. 2003. “El señorío de los Cuyes”, “Arqueología” en Revista Cuenca Ilustre. Ledergerber-Crespo, P. 2006. “Ecuador Amazónico-Andino: Apropiación de Paisajes y Relaciones Culturales”, en Pueblos y Paisajes Antiguos de la Selva Amazónica, G. Morcoter Ríos, S. Mora Camacho y C. F. Calvo (Ed.). Bogotá: Univ. Nacional, pp.131-155. Ledergerber-Crespo, P. 1995. “Factores Geográficos en la localización de sitios arqueológicos. El Caso de Morona-Santiago, Ecuador. Un informe preliminar,” en Cultura y medio ambiente en el área andina septentrional, M. Guinea, J. F. Bouchard y J. Marcos (eds.). Quito: Colección 21:343-375, Abya-Yala. Prieto, A. J. 1885 “Descripciones de la Provincia de los Jíbaros, su Religión, Costumbres y Producciones”. En Compte, Francisco María, Varones Ilustres de la Orden Seráfica en el Ecuador, desde la fundación de Quito hasta nuestros días. Quito: Imprenta del Clero, 2da Edición. Tomo II:63-68. |
Commentaires
Los pocos días que se escabo en sitios o yacimientos arqueologicos de Gualaquiza, no pieden habalizar historias como aquella de la "Hacha ceremonial de Gualaquiza" hecho por la citada dama.
Lo que se requiere para desentrañar los misterios que rodean estos yacimientos arqueologicos de Gualaquiza, son estudios primeramente historicos y luego conciensudos estudios tecnicos; mas no apresurados cuentos sin fundamentos de ninguna clase.
El que escribe estas lineas conocio estos yacimientos hace mas de treinta años, y trato de interesar a las autoridades en la materia sin éxito alguno; sin embargo a investihado los mismo y ha encontrado abundantes documentos muy antiguos que dan luces verdaderas sobre el origen de los mismos, cosas que son soslayadas por los "investigadores" de hoy que quieren primicias para su ego personal; poniendo en peligro la verdad sobre tales construcciones.
Veritas ante omnia. ATTE.
PD: La "hacha" así llamada por la antropologa Ledergerber, y que resulta ser un "TUMI", que consta en el gráfico; ha sido totalmente dañada, púes originalmente fue una hermosa pieza, a la que se la ha raspado para su "estudio", haciendo que pierda muchisimo su valor.
Para comparar y sacar conclusiones le presentamos a Paulina un par de hachas de cobre que proceden de las regiones vecinas, el hacha de cobre recuperada hacia 1955 por Lino Rampón en los alrededores de Macas (ver Reseña de la obra Colección Arqueológica de Morona Santiago del Museo Amazónico de la Universidad Politécnica Salesiana. Una introducción a la Amazonía Ecuatoriana Prehispánica en la sección noticias) y una hacha encontrada por un campesino, en el lecho de un río de las cabeceras del Chinchipe. En ambos caso la tipología es recurrente con la de materiales conocidos de la metalurgia del pais cañari. Con este factor en mente creo que no hace falta invocar a posibles centros administrativos Inca en el país de los Yaguarsongos, donde los Incas no tuvieron mas que contactos indirectos. El intercambio de información entre colegas es fundamental para que avance la ciencia, por lo que este espacio del portal debe ser el lugar privilegiado para tales encuentros. Nos felicitamos de contar a Paulina entre los interlocutores de esta sección.
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